Instinto Maternal

Mis amigas dicen que no tienen tanto instinto maternal como yo, que según ellas ya hace años que lo tengo desbordado.
Bueno, quizá hasta ahora les daría la razón, pero la última vez que lo hablamos, yo ya lo tenía mucho  más claro.

Lo que a mi se me desborda desde hace años son las ganas de tener un bebé y de ser mamá. Pero  el instinto maternal es otra cosa, es lo que siento ahora cuando miro a  mi hija, cuando la cojo en brazos o cuando me acerca sus manitas para "examinar" mi cara... Yo creo que el instinto maternal se compone de dos cosas:

• por una parte, la necesidad vital y automática de proteger y cuidar al bebé. Nace a borbotones, es mucho más que el deseo de hacerlo, e infinitamente más que el deber de hacerlo. Proviene del inconsciente 



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• en la otra cara, la información que está en mí para dar el mejor de los cuidados a mi descendencia y garantizar su supervivencia en las mejores condiciones.  Es una información intuitiva, filogenética, ancestral, heredada e inconsciente, como guardada en un cajón que sólo cuando lo abres te das cuenta de lo que hay dentro.

En algunos casos, algunas mamás toman conciencia de esta necesidad y buscan esa información dentro y fuera de sí mismas. Algunas madres procesan, argumentan, razonan y articulan el proceso llegando a altos grados de control de la crianza, a cambio de un menor espacio para la espontáneidad, arriesgando el saber de serie por el saber cultural de un lugar y tiempo determinado. Otras madres, no toman esta conciencia de la necesidad vital, o no la toman de la información a la que puden acceder, si no que dejan que todo se produzca naturalmente, como un ensayo y error encadenado, cuyas bienintencionadas consecuencias obviamente paga el bebé.

Yo creo en una posición intermedia. a lo largo de mi recién estrenada maternidad no he dejado de buscar información desde diferentes fuentes y puntos de vista. He leido a Estivill y a Carlos González!! Y luego he elegido guiada por mi fuerte instinto maternal, que es mi brújula. Otras muchas veces he actuado según mi instinto y luego me he informado y... el 99,9 % de las veces me he encontrado con que había hecho lo correcto. Lo que no se puede es esconder dejadez o ignorancia detrás de actitudes "espontáneas" ni pretender controlarlo todo según supuestos científicos que cada poco tiempo cambian y que no responden a la esencia de la maternidad ni del desarrollo del bebé.